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Resistencia antimicrobiana ya no depende del fármaco, sino del hospital
SANTIAGO, RD/ REDACCION DE SALUD.-La resistencia antimicrobiana dejó de ser un problema farmacológico para convertirse en una falla del sistema hospitalario. Así lo advirtió la infectóloga Rita Rojas durante su intervención en el XXV Congreso Internacional de la Clínica Universitaria Unión Médica del Norte, celebrado en República Dominicana el 31 de mayo de 2025. Su ponencia se centró en el uso inadecuado de antibióticos dentro de unidades de cuidados intensivos y cómo esto acelera la ineficacia de los tratamientos.
Rojas, actual coordinadora del programa de uso racional de antimicrobianos (PROA) del Hospital General de la Plaza de la Salud, explicó que el mal manejo institucional, más que la falta de opciones terapéuticas, está impulsando el surgimiento de bacterias resistentes. "Sabemos que al año 2050 la primera causa de muerte será justamente la resistencia antimicrobiana", afirmó.
Según datos presentados, la aparición de microorganismos multirresistentes se ha disparado por factores que no tienen relación con la farmacología: falta de protocolos, prescripción empírica prolongada, uso innecesario de antibióticos de amplio espectro y omisión de cultivos microbiológicos. La doctora advirtió que decisiones clínicas inadecuadas dentro del entorno hospitalario están contribuyendo al desarrollo de resistencia antimicrobiana.
Durante su exposición, la especialista presentó casos clínicos con cultivos positivos para bacterias como Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasa (KPC) y Acinetobacter baumannii, en pacientes con múltiples dispositivos invasivos y estadías prolongadas. En varios de estos episodios, el diagnóstico microbiológico reveló que los antimicrobianos utilizados inicialmente eran ineficaces.
Uno de los ejemplos mostrados fue el de una paciente joven con diagnóstico de neumonía grave, tratada empíricamente con antibióticos inadecuados y que finalmente desarrolló una infección por bacterias con mecanismos de resistencia múltiple. Rojas explicó que si bien los laboratorios ya pueden detectar genes como CTX-M o NDM a través de paneles moleculares, la información sigue sin ser aprovechada oportunamente en muchos hospitales.
Desescalada antibiótica
Además de la mala selección del fármaco, la especialista hizo hincapié la importancia de la desescalada antibiótica cuando los cultivos lo permiten, una práctica que rara vez se aplica. "No todo lo que se detecta en un panel molecular requiere tratamiento. A veces se confunde colonización con infección", explicó.
También hizo énfasis en las consecuencias de este manejo institucional: mayor mortalidad, estancias hospitalarias más largas y costos elevados. Citó un estudio retrospectivo realizado en su centro donde pacientes infectados con bacterias resistentes a carbapenémicos tuvieron una tasa de mortalidad significativamente mayor que aquellos con patógenos sensibles.
En cuanto a las soluciones, sostuvo que la clave está en fortalecer los programas PROA dentro de cada institución, capacitar al personal médico en interpretación de antibiogramas y garantizar una comunicación activa entre microbiología e infectología. Enfatizó que la solución al problema no reside únicamente en el desarrollo de nuevos antibióticos, sino en la implementación de sistemas hospitalarios más responsables y coordinados.
La ponencia se desarrolló como parte del bloque clínico del congreso, donde también participaron especialistas en hematología, neumología y cuidados intensivos. El llamado a la acción se centró en la necesidad de una vigilancia activa y decisiones terapéuticas basadas en evidencia local.
La resistencia antimicrobiana dejó de ser una amenaza controlable desde el laboratorio para convertirse en una falla estructural del entorno hospitalario. En pacientes críticos, el margen de error es mínimo y cada decisión médica influye directamente en el desenlace. Para los especialistas, seguir ignorando este cambio agrava el problema y multiplica sus consecuencias clínicas y económicas.