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Robot microscópico logra navegar por vasos sanguíneos y administrar fármacos con precisión en pruebas preclínicas
ZÚRICH, SUIZA/ AGENCIA CNN.- Un equipo de investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH Zúrich) desarrolló un microrrobot del tamaño de un grano de arena capaz de desplazarse por los vasos sanguíneos para administrar medicamentos de forma dirigida y luego disolverse en el organismo.
Los resultados, publicados en Science, abren un posible camino hacia tratamientos menos tóxicos y más precisos.
El sistema, guiado mediante campos magnéticos, fue probado con éxito en vasos sanguíneos de cerdos y ovejas, animales cuyo tamaño y anatomía permiten anticipar el comportamiento que podría tener en humanos. Aunque aún no se realizan ensayos clínicos, los investigadores califican el avance como una de las aproximaciones más prometedoras en la administración localizada de fármacos.
Según Bradley Nelson, ingeniero mecánico de ETH Zúrich y codirector del estudio, cerca de un tercio de los fármacos que no llegan al mercado fracasan debido a su alta toxicidad. La tecnología permitiría administrar dosis reducidas directamente en el área afectada, disminuyendo los efectos secundarios asociados a los tratamientos sistémicos.
El microrrobot consiste en una esfera de gelatina cargada con medicamentos y nanopartículas de óxido de hierro, que permiten maniobrarlo desde el exterior mediante campos magnéticos. Durante los ensayos, los especialistas lograron que los dispositivos rodaran por las paredes de los vasos, se desplazaran contra la corriente y alcanzaran velocidades de hasta 40 centímetros por segundo. Gracias a imágenes de rayos X, pudieron controlarlos en tiempo real con precisión milimétrica, logrando entregar el fármaco en el sitio objetivo en más del 95% de los casos.
La liberación del medicamento se activa aplicando campos magnéticos que calientan y descomponen la gelatina del robot. Antes de avanzar hacia pruebas en humanos, los investigadores deberán determinar cómo el organismo elimina las nanopartículas residuales.
Wei Gao, ingeniero biomédico del Instituto Tecnológico de California, valoró el avance aunque subrayó que la tecnología sigue en fase preclínica. Si las siguientes etapas progresan sin contratiempos, los expertos estiman que el sistema podría usarse en procedimientos médicos dentro de cinco a diez años.
Tras 20 años de investigación, el equipo de ETH afirma haber superado el principal desafío: combinar materiales y diseño para obtener un robot lo suficientemente pequeño como para recorrer vasos diminutos, pero robusto y controlable desde el exterior.
“El siguiente paso es evaluar la viabilidad de ensayos clínicos en humanos”, adelantó Nelson.