"Todas las estrategias existentes para el manejo del dolor se basan en medicamentos", pero esto ofrece una "alternativa de ingeniería", dijo a UPI John A. Rogers, profesor de ingeniería biomédica en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y coautor del estudio.

El estudio , publicado el jueves en la revista Science, encontró que los implantes disolubles en miniatura, diseñados para eliminar las señales de dolor en los nervios periféricos sin los efectos secundarios asociados con los opioides y otros analgésicos, produjeron un enfriamiento altamente localizado cuando se probaron en ratas con dolor neuropático.

Por separado, un equipo de investigadores dirigido por la Universidad de Rice dio a conocer en marzo su trabajo en el desarrollo de un dispositivo "bioelectrónico" implantable para estimular los nervios periféricos para trastornos resistentes a las terapias farmacológicas tradicionales.

Explicaron que la aplicación dirigida de temperatura fría directamente a los nervios, similar a poner hielo en una articulación o músculo adolorido, puede bloquear de forma rápida y precisa la conducción de las señales de dolor y brindar un alivio temporal.

Sin embargo, dijeron los científicos, los dispositivos convencionales de enfriamiento de nervios son "voluminosos y rígidos con requisitos de enfriamiento y alta potencia no específicos", cualidades que impiden su uso clínico práctico.

"Estamos contentos con los aspectos de ingeniería de estos dispositivos", dijo Rogers, y explicó que el enfoque inmediato de los investigadores "está en estudios cuidadosos y sistemáticos de los umbrales de temperatura y la duración y los períodos de recuperación".

"La línea de tiempo implicaría la transición a modelos animales más grandes, luego primates no humanos y luego primero en estudios con humanos", explicó Rogers. Señaló que cualquier nuevo dispositivo implantable debe pasar por un riguroso proceso regulatorio en la Administración de Alimentos y Medicamentos para evaluar la eficacia y la seguridad.

"No hay predicados para un dispositivo de este tipo. Como resultado, calculo siete años antes de su uso en humanos, si las cosas van bien", dijo Rogers.

El dispositivo se describe como un sistema de enfriamiento nervioso suave, miniaturizado e implantable que se basa en "tecnologías electrónicas microfluídicas y flexibles de última generación".

"Tomando prestado de los manguitos nerviosos eléctricos", los investigadores "utilizan una transición de fase de líquido a gas dentro de los canales de microfluidos en una banda elástica que envuelve los nervios periféricos para proporcionar un enfriamiento específico".

El dispositivo contiene un sensor térmico de película delgada integrado que proporciona monitoreo y control de temperatura en tiempo real. Está hecho de materiales "biocompatibles" solubles en agua que el cuerpo puede absorber con el tiempo, lo que reduce el riesgo de cirugía.

Según Rogers, los dispositivos son "totalmente biorreabsorbibles, con una vida útil operativa de unas pocas semanas y un tiempo para la disolución completa de unos pocos meses".

Describió el tamaño y las propiedades mecánicas como "aproximadamente las de una banda elástica ancha".

¿Cómo se colocan? "La distribución anatómica conocida de los haces y fibras nerviosas define la ubicación del enfriamiento necesario para tratar el dolor que se origina en una región o ubicación particular del cuerpo", dijo Rogers.

Rogers explicó que las tasas de flujo del refrigerante definen la potencia de enfriamiento. Los índices de flujo "se pueden modular hacia arriba o hacia abajo según sea necesario, y el flujo se puede apagar cuando ya no es necesario aliviar el dolor", dijo.