Los síntomas neuropsiquiátricos del covid se deben a una variedad de factores no solo originados en el cerebro y la psiquis del paciente, sino también a elementos orgánicos como son: anormalidades electrolíticas, inflamación del hígado, deterioro de la oxigenación, alteración de la función renal, hiperinflamación, derrames cerebrales y el aislamiento en la casa o en cuidados intensivos, que puede conducir a un delirio.

Recibimos la invitación del buen amigo Dr. Facundo Manes, distinguido neurólogo argentino, con quien nos une una gran amistad, para la presentación de su más reciente producción como brillante neurocientista su libro “Ser humanos” (Ed. Paidós) en España. En él hace una revisión de lo que está viviendo la humanidad producto de esta pandemia, enfocado desde el cerebro y la salud mental y cómo estos largos meses han influido en nuestras conductas.

Él enfatiza con sobradas razones que, salvo muy honrosas excepciones, los países, no han priorizado en el manejo de la salud mental. De acuerdo a una publicación del viernes 8 de octubre de la prestigiosa revista médica Lancet, más de 50 millones de personas en el mundo están padeciendo de depresión y ansiedad.

Él plantea que una forma de paliar este importante problema de salud pública sería el que los gobiernos implementen programas masivos de psicoeducación y reforzar los servicios de psiquiatría y psicología en los hospitales y clínicas de las ciudades y las comunidades rurales, partiendo de que estos daños emocionales durarán más allá de la pandemia. Tenemos la vacuna contra el virus, pero no para las secuelas emocionales que va dejando.

Él plantea en su libro que la tecnología nos ha ayudado a sobrellevar el aislamiento a la que nos obligó la pandemia, pero que el uso excesivo de ella puede causarnos problemas. Defiende que somos seres sociales y que, para tener bienestar y felicidad, debemos desconectarnos un poco de la tecnología y valorar mucho más el contacto humano.

La tecnología va mermando nuestra memoria, la usamos cada vez menos, pues todo está en los smartphones, agendas electrónicas, ordenadores, tablets, etc. Considera que se verá afectada principalmente la memoria enciclopédica, pero que se van a potenciar otros aspectos humanos como: la compasión, el altruismo y la creatividad.

Los más afectados en todos los órdenes en esta pandemia son los menores de 20 años, en razón de que no han alcanzado de manera completa su neurodesarrollo cerebral.

Por igual están en la franja de mayor riesgo las mujeres, por la violencia de género aumentada en la pandemia, los de la tercera edad y los más pobres.

En los casos severos de la infección, se han presentado casos de deterioro cognitivo, aún meses después de la infección.

Las distintas formas de demencias son tres veces más comunes en los hospitalizados por el virus. Es decir, que las secuelas psicológicas se verán hasta mucho tiempo después. Facundo plantea, con válidos criterios científicos, que habrá muy pronto una pandemia de salud mental